Un otoño entre viñedos

Los meses de otoño son un momento único para visitar los viñedos, tanto por su valor paisajístico como por su interés enoturístico. Este momento es clave en el proceso de fabricación del vino, ya que cuando el fruto está maduro se procede a hacer la vendimia. Durante estos meses las plantas pasan del verde al ocre y adquieren esas hermosas tonalidades otoñales. Tanto si quieres pasear entre paisajes de película como si quieres visitar las viñas y las bodegas a través de una ruta del vino, este post es para ti.

España es sin duda un país con una rica cultura vitícola, que se puede descubrir a lo largo del territorio nacional con una comida maridada o una cata de vinos. Encontramos numerosas rutas del vino en diversas regiones de España que no sólo os llevarán de una bodega a otra, sino que también os permitirán descubrir el patrimonio histórico-cultural del país.

Empezamos nuestro recorrido por el Penedès, en Cataluña. A tan solo 30min de Barcelona encontramos este paisaje único del que provienen vinos y cavas de gran reconocimiento internacional. Aquí encontrarás el VINSEUM (Museo de las Culturas del Vino de Catalunya), una parada obligatoria en esta escapada con el vino y los viñedos como protagonistas. Nuestra recomendación: visitar las bodegas de Freixenet en Sant Sadurní d’Anoia. Una historia de familia que empieza en 1861 y que os lleva al corazón de la producción de uno de los cavas más famosos del país. El Penedès os enamorará, ya que sus viñedos interminables se encuentran a apenas 15min del mar. Así, podéis alojaros en el Camping Sitges junto al mar mediterráneo, o en el Camping Vilanova Park 5* para sacar el máximo partido a vuestra escapada.

Seguimos nuestra ruta de viñedos por España y llegamos ahora a Navarra. Dejarse enamorar por la belleza del paisaje sin renunciar a los atractivos culturales que ofrece esta zona hará vuestra escapada aún más interesante. Aquí encontraréis viñedos que permiten no sólo visitar las bodegas sino también hacer excursiones o salidas a caballo. Todo ello antes o después de visitar lugares patrimoniales de Navarra como el Palacio Real de Olite o la iglesia fortaleza de Ujué, y de finalizar la jornada con una cena maridada con los vinos D.O. Navarra. Un alojamiento perfecto para perderse entre las viñas navarrenses es el Camping El Molino de Mendigorria.

Por supuesto, no podemos hablar de vino en la Península sin hablar de La Rioja, lugar vitícola por excelencia. Aquí encontramos emblemáticas bodegas centenarias que producen vinos de gran renombre y lugares de parada obligatoria como el Centro de Interpretación del Vino de La Rioja, en la Estación Enológica de Haro. Una vez aquí, disfrutad de los increíbles paisajes de otoño con campos de viñas interminables desde diversos miradores. En la Rioja Alta, destacamos por ejemplo las vistas desde el casco viejo de San Vicente de la Sonsierra. Si viajas a la Rioja con tu furgoneta o camping-car te encontrarás a menudo conduciendo entre viñedos marrones, rojizos y ocres, un verdadero placer para los sentidos. Eso sí, recuerda anticiparte y prever de no conducir después de una cata. Una buena manera de ahorrarse mucho trayecto es pernoctando en La Rioja.

Acabamos nuestro recorrido saliendo al extranjero y visitando los viñedos franceses. En el sur de Francia encontramos tres regiones enoturísticas: Rosellón, Languedoc y Sud-oeste. Un gran abanico de posibilidades que os permitirá escoger entre la costa mediterránea, la atlántica o el centro. Nosotros hoy os recomendamos los viñedos que rodean la increíble ciudad medieval de Carcasona, que cuentan con el sello “Vins de la Cité de Carcassonne”. Encontraréis para esta escapada un camping perfectamente ubicado: el Camping la Comanderie.

Estos son algunos de los paisajes de película que pueden enmarcar vuestras escapadas otoñales este año. Una ruta por los viñedos os permitirá reconectar con la naturaleza y pasear por un lugar idílico, ofreciéndoos a la vez la posibilidad de realizar nuemerosas actividades no sólo relacionadas con el vino sino también con el patrimonio y la cultura local. ¿Qué dices, te atreves?