Asturias – qué ver y qué hacer en 4 días
Asturias, junto con Galicia, ofrece un oasis de vegetación y cultura celta: aquí, los pastos verdes terminan en espectaculares acantilados que se hunden en un océano verde, beberás más sidra que vino tinto e incluso escucharás gaitas que te acompañarán durante todo tu viaje.
Asturias, patria querida
La comunidad autónoma de Asturias es el destino perfecto para aconsejar a los amantes de la naturaleza: su costa salvaje y espectacular ofrece vistas impresionantes y el interior es un paraíso para los excursionistas.
Ibericamp te ofrece hoy descubrir una “pequeña” comunidad autónoma con una riqueza espectacular, en un viaje de 4 días entre mar y montaña.
Día 1
Comienza con una bocanada de aire fresco gracias a un día en el corazón de uno de los sitios más impresionantes de Asturias, los Picos de Europa. Clasificados como parque nacional y reserva de la biosfera (Asturias tiene 6), los Picos de Europa revelan paisajes muy contrastantes, entre altas cumbres, lagos pacíficos y pastos verdes. Aunque son más bajos que los Alpes o los Pirineos (algo más de 2000 m de altura), tienen un desnivel impresionante debido a la proximidad del mar y, por lo tanto, se encuentran a nivel 0 sobre el mar. ¿Cómo no van a ser (casi) cada año, escenario de las etapas más decisivas y apasionantes de la Vuelta a España? Uno de los lugares más famosos y destacados del Parque Nacional de los Picos de Europa te brinda la oportunidad de realizar una excursión familiar perfecta: los lagos de Covadonga.
Primero, tienes que saber que el clima y los caminos sinuosos (peor: los dos juntos) pueden jugar malas pasadas a más de un conductor poco experimentado. Además, durante la Semana Santa o la temporada alta, el acceso a vehículos privados es limitado: en cualquier caso, puedes dejar tu vehículo en uno de los 4 aparcamientos en la entrada del sitio, y subir en autobús.
Una vez allí, comienza tu jornada con una visita al bonito pueblo de Covadonga, su basílica y capilla. La primera está ubicada en la cima de una colina, mientras que la segunda está ubicada dentro de una cueva. Es la tumba de un héroe asturiano cuyo nombre e imagen veras a menudo durante tu estadía: Don Pelayo, primer rey de Asturias, quien inició la Reconquista en el año 722 al ganar la batalla de Covadonga.
Después, sube a los lagos (en autobús o en coche). Se encuentran a más de 1000 m de altitud, por lo que es recomendable vestirse y/o equiparse adecuadamente: una niebla espesa puede sorprenderte de repente…
Si viajas por tus propios medios, te recomendamos una parada en el mirador de la Reina: ubicada a 900 m sobre el nivel del mar, el cual ofrece una magnífica vista panorámica de la zona.
¡Y por fin llegaste a los lagos! El más grande de ellos, el lago Enol, desvela inmediatamente lo que constituye la belleza del lugar: aguas cristalinas de color azul profundo rodeadas de pastos verdes y picos afilados. Ubicado un poco más arriba y 2 kms más allá, el Lago Ercina es sin duda aún más impresionante. También ofrece un refugio para todo tipo de aves y patos silvestres. Si eres madrugador y comienzas tu jornada al amanecer, puedes partir desde el lago: algunos recorridos son relativamente fácil, cortos y, por lo tanto, adaptados paro los niños.
Día 2
Después de haber pasado un día en la montaña, el mar te espera, ya que Asturias tiene esta peculiaridad, y esta oportunidad para que sus visitantes puedan disfrutar de los dos. Además, el primero a menudo da la impresión de unirse con en el segundo, por lo que vale la pena visitar esta zona de España. También es gracias a esta peculiaridad geográfica (la cordillera cántabra que fluye hacia el Océano Atlántico) que la costa asturiana se ganó su apodo de la “Costa Esmeralda”.
Por supuesto, no tendrás suficiente tiempo para recorrer los 345 km de costa o para descubrir sus más de 200 playas en un día. Por ello, te recomendamos dirigirte a la pequeña ciudad de Llanes, que tiene nada menos que 38 largas playas de arena o guijarros para pasar el día con tu familia o pequeñas calas secretas y conocidas solo por unos pocos locales, tendrás muchas opciones para elegir.
Aprovecha tu presencia en Llanes para visitar esta agradable ciudad costera: su centro y su puerto son perfectos para pasear, y su parque te ofrece una vista espléndida sobre los acantilados: hablamos precisamente del paseo de San Pedro, de 800 metros de largo, un mirador que ofrece una vista idílica sobre la ciudad y la costa. Ideal para niños, para un picnic o un almuerzo, antes o después de darse un baño en la playa.
Seguimos en la costa: Ribadesella también merece una pequeña visita. Esta agradable ciudad costera cuenta con un paseo marítimo adornado con hermosas casas burguesas, que construidas por aquellos asturianos que regresaron después de haber hecho fortuna en las Américas. Ribadesella es sede en agosto de una importante competición de piragüismo: un pretexto para muchas festividades. La oportunidad, por qué no también, de intentarlo ya que la zona tiene muchas escuelas y clubes de piragüismo (y para todos los niveles).
Día 3
Cambio radical de escenario para tu tercer día en Asturias: rumbo a las 2 grandes ciudades, Gijón y Oviedo. Una de las peculiaridades de Asturias es que posee dos ciudades de casi igual importancia (Oviedo es la capital pero Gijón la más poblada), fuentes de muchas rivalidades … ¡no hablamos solamente de fútbol!
En realidad, en un solo día, probablemente tendrás que elegir y correr el riesgo de ofender la susceptibilidad de los gijoneses, a pesar del hecho de que la ciudad este ubicada al borde del océano: tienes que elegir visitar Oviedo.
Sin embargo, primero hagamos un desvío a Gijón. Su casco antiguo está centrado alrededor de la colina de Santa Catalina y del barrio de Cimadevilla, el barrio de los pescadores. En esta colina, que ofrece impresionantes vistas del golfo de Vizcaya y la Costa Verde, se ha instalado una escultura gigantesca del famoso artista vasco Eduardo Chillida. Desde aquí, también tendrás una hermosa vista y fácil acceso a la playa de San Lorenzo, la más grande de la ciudad, así como al puerto deportivo. Pasea por las calles del casco antiguo, que incluye restos romanos, mansiones burguesas y casas de pescadores.
Gijón tiene muchos atractivos, pero es en Oviedo, la capital administrativa de la comunidad autónoma de Asturias, donde encontrarás la mayor cantidad de cosas que ver y hacer. El propio Woody Allen no se equivocó, ya que filmó allí parte de una de sus películas más populares (Vicky Cristina Barcelona), y se enamoró de esta ciudad discreta a la vez que elegante. Y el municipio se lo devolvió en forma de estatura en una de sus calles.
Pero, ¿por qué motivo(s) el director estadounidense se fijó en la capital del Principado de Asturias? ¿Tal vez por su ambiente medieval? ¿Su centro peatonal y perfectamente marcado que hace que su visita sea tan fácil y agradable? ¿Su extravagante catedral gótica, majestuosa, imponente, que vigila los tesoros del antiguo reino? ¿O por su conjunto de iglesias prerrománicas (siglos VIII – X) clasificadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO? Probablemente un poco por todo esto y por otras razones (las hermosas casas burguesas, los pequeños restaurantes del casco antiguo) que hacen de Oviedo una “gran ciudad” a escala humana para vivir … ¡o al menos para pasar un día!
Día 4
Para que tu descubrimiento y tu conocimiento de Asturias estén completos, debes aprender sobre su gastronomía y conocer las especialidades locales.
A tal señor tal honor, empieza por probar el plato más famoso de la región, el que proponen todos los restaurantes tradicionales: la fabada, basada por supuesto, en fabas asturianas. ¿”Fabas asturianas”? Las fabas de la verdadera fabada se cultivan en el Principado y el Consejo Regulador de la Fabada Asturiana garantiza que su cultivo, cosecha y comercialización cumplan con normas y criterios muy estrictos … ¡No se juega con la fabada en Asturias!
Siendo Asturias una comunidad autónoma costera con nunerosos puertos pesqueros, el pescado y el marisco (como bien comprenderás) tienen gran importancia en la cocina asturiana . Prueba, por ejemplo, las nécoras o erizos de mar, entre los más recomendados por los cocineros locales.
El otro elemento esencial de la región es el queso asturiano, el cabrales, cuya denominación está controlada desde 1981. Un queso fuerte y seco con aspecto marmolizado cuya elaboración está hecha con leche cruda de vaca o con una mezcla de vaca, oveja y/o cabra.
Para acompañar todo esto, y sobre todo el queso al final de la comida, ¿qué te parece un vaso de sidra, tercera especialidad imprescindible de Asturias? Ya evocado por los viajeros del 1er siglo, la sidra se ha convertido en la indiscutible bebida regional. Muchos festivales lo celebran y hasta tiene su propio museo (el Museo Interactivo de la Sidra Nava) y por supuesto, se sirve de una forma un tanto peculiar. Atrévete a pedirla y a saborear los verdadores sabores de Asturias.